domingo, 18 de marzo de 2012

Recreación Infantil

Eres como el sol tan brillante y turbador,
Como esa rosa que al olerla se adora
Estas en las nubes y en las letras de mis canciones,
Haciendo que ame mis acciones
Utilizando la luna de mi atrapasueños,
Viviendo como pequeños niños.
En un eterno romance
Que parece un trance
Escuchando las campanas,
Y tomando un jugo de manzanas.

Sin zapatos que me aten a tus cabellos
Recordando mis juegos de ensueños,
En los cuales dibujaba tus labios
Simulando la sonrisa de un dios,
Sintiéndome un poco ausente
Aunque estando presenté.
Nos sumergimos en esa eternidad
De las sonrisas y la amistad
Oliendo jazmines,
Que estarán para mirarlos siempre.

De luna turquesa 

viernes, 16 de marzo de 2012

Certificado de existencia

Ah ¿quién me salvara de existir?
Fernando Pessoa

Dijo el fulano presuntuoso /
hoy en el consulado obtuve el habitual
certificado de existencia

consta aquí que estoy vivo
de manera que basta de calumnias
este papel soberbio / irrefutable
atestigua que existo

si me enfrento al espejo
y mi rostro no está
aguantaré sereno
despejado

¿no llevo acaso en la cartera
mi recién adquirido
mi flamante
certificado de existencia?

vivir / después de todo
no es tan fundamental
lo importante es que alguien
debidamente autorizado
certifique que uno
probadamente existe

cuando abro el diario y leo
mi propia necrológica
me apena que no sepan
qu estoy en condiciones
de mostrar dondequiera
y a quien sea
un vigente prolijo y minucioso
certificado de existencia

existo
luego pienso

¿cuántos zutanos andan por la calle
creyendo que están vivos
cuando en rigor carecen del genuino
irremplazable
soberano
certificado de existencia?

lunes, 12 de marzo de 2012

Sube a nacer conmigo hermano.

Dame la mano desde la profunda  zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas. No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida. No volverán tus ojos taladrados.

Mírame desde el fondo de la tierra, labrador, tejedor, pastor callado:
domador de guanacos tutelares: albañil del andamio desafiado:
aguador de las lágrimas andinas: joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla: alfarero en tu greda derramado:
traed a la copa de esta nueva vida  vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,  decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra  no entregó a tiempo la piedra o el grano:
señaladme la piedra en que caísteis  y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,  las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas y las hachas de brillo ensangrentado.

Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.

A través de la tierra juntad todos  los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche  como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,   eslabón a eslabón, y paso a paso.
Afilad los cuchillos que guardasteis,  ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos, como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,  edades ciegas, siglos estelares.

Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.