lunes, 27 de diciembre de 2010

¡Si yo no pido tanto!



¡Si yo no pido tanto!
Amor es lo que pido.
Briznas de amor para esta sed del mundo,
tan grande y tan sumisa.
Un diminuto amor, pero constante,
que dé su mano al que su mano tienda,
que limpie las miradas y los ojos
llene de dulcedumbre.
Algo de amor en esos corazones
que no aman a los niños,
que son capaces de cegar a un pájaro,
de aplastar las hormigas.
Algo de amor; apenas un murmullo
de amor en cada pecho de criatura
hacia todos los seres,
hacia todas las cosas.

¡Si yo no pido tanto!
Briznas de amor para esta sed del mundo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Me gusta cuando callas

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Date a Volar


Anda, date a volar, hazte una abeja, en el jardín florecen amapolas,
y el néctar fino colma las corolas; mañana el alma tuya será vieja.
Anda, suelta a volar, hazte paloma, recorre el bosque y picotea granos,
come migajas en distintas manos, la pulpa muerde de fragante poma.

Anda, date a volar, sé golondrina, busca la playa de los soles de oro,
gusta la primavera y su tesoro: la primavera es única y divina.
Mueres de sed: no he de oprimirte tanto. Anda, camina por el mundo, sabe:

dispuesta sobre el mar está tu nave. date a volar hacia el mejor encanto.
Corre, camina más, es poco aquello.
Aún quedan cosas que tu mano anhela, corre, camina, gira, sube y vuela: gústalo todo porque todo es bello.

Echa a volar... mi amor no te detiene, ¡Cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo!
Llore mi vida... el corazón se apene... Date a volar, amor, yo te comprendo.
Callada el alma... el corazón partido, Suelto tus alas... ve... pero te espero.
¿Cómo traerás el corazón, viajero? Tendré piedad de un corazón vencido.

Para que tanta sed bebiendo cures Hay numerosas sendas para tí.
Pero se hace la noche; no te apures. Todas traen a mí...

La cercania de la Nada


Cuando se acercan a la nada
y más aún cuando se enfrentan
el pavoroso linde de tinieblas
los poderosos no consiguen
pasar de contrabando su poder
ni la mochila azul de sus lingotes
ni el chaleco antimuerte
ni el triste semillero de su fobias

pero cuando los pobres de la tierra
se acercan a la nada
los aduaneros nada les confiscan
salvo el hambre
o la sed
o el cuerpo en ruinas

los pobres de la tierra
pasan como si nada
pero tampoco se hagan ilusiones
ya que la nada es nada más que eso
y esa belleza sobrecogedora
que aterra a poderosos e indigentes
a todos los ignora por igual.

A todos, a vosotros


A todos, a vosotros,
los silenciosos seres de la noche
que tomaron mi mano en las tinieblas, a vosotros,
lámparas
de la luz inmortal, líneas de estrella,
pan de las vidas, hermanos secretos,
a todos, a vosotros,
digo: no hay gracias,
nada podrá llenar las copas
de la pureza,
nada puede
contener todo el sol en las banderas
de la primavera invencible,
como vuestras calladas dignidades.
Solamente
pienso
que he sido tal vez digno de tanta
sencillez, de flor tan pura,
que tal vez soy vosotros, eso mismo,
esa miga de tierra, harina y canto,
ese amasijo natural que sabe
de dónde sale y dónde pertenece.
No soy una campana de tan lejos,
ni un cristal enterrado tan profundo
que tú no puedas descifrar, soy sólo
pueblo, puerta escondida, pan oscuro,
y cuando me recibes, te recibes
a ti mismo, a ese huésped
tantas veces golpeado
y tantas veces
renacido.
A todo, a todos,
a cuantos no conozco, a cuantos nunca
oyeron este nombre, a los que viven
a lo largo de nuestros largos ríos,
al pie de los volcanes, a la sombra
sulfúrica del cobre, a pescadores y labriegos,
a indios azules en la orilla
de lagos centelleantes como vidrios,
al zapatero que a esta hora interroga
clavando el cuero con antiguas manos,
a ti, al que sin saberlo me ha esperado,
yo pertenezco y reconozco y canto.


domingo, 12 de diciembre de 2010

Utopias

Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías

cómo voy a creer

que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza

cómo voy a creer / dijo el fulano

que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea

cómo voy a creer

que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada

cómo voy a creer / dijo el fulano

que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro

cómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía .

¨Nunca veas una puta con luz de dia¨

nunca veas a una puta con luz de día, 
es como mirar una película con la luz encendida,
como el cabaret a las diez de la mañana,
con los rayos de sol atravesando el polvo que se levanta cuando barres,
como descubrir que ese poema que te hizo llorar a la noche, 
al día siguiente apenas te interesa, 
es como sería este puto mundo si hubiera
que soportar las cosas tal y como son. 
Como descubrir al actor que viste haciendo Hamlet en la cola del pan, 
como el vacío cuando te pagan y no sentís ni siquiera un poquito,
como la tristeza cuando te pagan y sentiste por lo menos un poquito, 
como abrir un cajón y descubrir una foto de cuando la puta tenía nueve años, como dejarte venir conmigo 
sabiendo que cuando se acabe la magia
vas a estar con una mujer como yo, 
en Montevideo.


sábado, 11 de diciembre de 2010

Tratado de culinaria... (fragmento)


Esa tendencia a traicionar, a mentir y a ser perfectamente franca. 
A esconderte o a mostrarte mucho.  
Ese cuidado de cuidarte tanto para acabar narrando tu historia, tu verdad con pelos y señales a un desconocido. 
Esas ganas de huir, de salir corriendo cuando alguien muestra que empieza a conocerte, aunque no te reveles. 
Ese vértigo de quedarte. 
Esa indomable sed de alguien y de no estar con nadie.  
De envolver las caricias en palabras.  
Esas ganas de cambiar sin renunciar a nada.  Esa hambre de imposibles.
  ¿Cómo pensar en esta confusión contradictoria?
 Esa indomable sed de alguien y de no estar con nadie.  
 Es verdad y mentira, está bien y está mal y no hay salida.
 Nada que hacer. 
Tómate un vaso de agua.

Tratado de culinaria para mujeres tristes (fragmento)

¨Nunca será tarde¨

Nunca será tarde para decirte que te amo
aun cuando no te tenga cerca
aun cuando el tiempo pase
y mis labios no pueden besarte 
 nunca será tarde para decirte te amare
aun cuando tus deseos tengan dueña
y tus abrazos sean de ella
nunca será tarde 
para decirte que te amo 
porque sé que nunca será tarde 
para que un día tu me ames 
como yo te amo.
 Luisa Zuñiga

¨Quiero¨

·         Quiero estar hoy 
en   tus pensamientos 
y mañana tenderme desnuda sobre tu cuerpo.
 que me sumerjas en tus placeres
y me acaricies con tu sencillez.
Quiero hallar  en tu locura 
la cordura de tus deseos   
ser de ellos la diosa del amor.
y así escapare de mis miedos 
sentire tus labios  sobre mi piel.
Quiero consumarte entre mis sueños 
despertar en los tuyos
embriagada de amor.
 ser tuya entre sabanas purpuras 
descubrir en tu pecho la pasión de mis tiempos.
Quiero que me digas te he esperado 
y poder ver mi ausencia en tu pasado.

Asunción de ti


Quién hubiera creído que se hallaba sola en el aire, oculta, tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible ocasión de nacer puesta al alcance de mi suerte y mis ojos, y que tú y yo iríamos, despojados de todo bien, de todo mal, de todo, a aherrojarnos en el mismo silencio, a inclinarnos sobre la misma fuente para vernos y vernos mutuamente espiados en el fondo, temblando desde el agua, descubriendo, pretendiendo alcanzar quién eras tú detrás de esa cortina, quién era yo detrás de mí.

Y todavía no hemos visto nada. Espero que alguien venga, inexorable, siempre temo y espero, y acabe por nombrarnos en un signo, por situarnos en alguna estación por dejarnos allí, como dos gritos de asombro. Pero nunca será. Tú no eres ésa, yo no soy ése, ésos, los que fuimos antes de ser nosotros. Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí. Era sí pero ahora vengo un poco a ti. No demasiado, solamente un toque, acaso un leve rasgo familiar, pero que fuerce a todos a abarcarnos a ti y a mí cuando nos piensen solos.

Hemos llegado al crepúsculo neutro donde el día y la noche se funden y se igualan. Nadie podrá olvidar este descanso. Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad. No pienses ahora en el tiempo de agujas, en el tiempo de pobres desesperaciones. Ahora sólo existe el anhelo desnudo, el sol que se desprende de sus nubes de llanto, tu rostro que se interna noche adentro hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.
 
Puedes querer el alba cuando ames. Puedes venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje. Lo dejaré en tus manos cuando éstas lleguen, como siempre, anunciándote. Puedes venir a reclamarte como eras. Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere sola en su azar quemando y tu dueño sea eso y mucho más. Puedes amar el alba cuando quieras. Mi soledad ha aprendido a ostentarte esta noche. 

Otra noche tú estarás y volverá a gemir el tiempo giratorio y los labios dirán esta paz ahora esta paz ahora.

Ahora puedes venir a reclamarte, penetrar en tus sábanas de alegre angustia, reconocer tu tibio corazón sin excusas, los cuadros persuadidos, saberte aquí. Habrá para vivir cualquier huida y el momento de la espuma y el sol que aquí permanecieron. Habrá para aprender otra piedad y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron. Esta noche, otra noche tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos, lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.

He conservado intacto tu paisaje pero no sé hasta dónde está intacto sin ti, sin que tú le prometas horizontes de niebla, sin que tú le reclames su ventana de arena. Puedes querer el alba cuando ames. Debes venir a reclamarte como eras. Aunque ya no seas tú, aunque contigo traigas dolor y otros milagros. Aunque seas otro rostro de tu cielo hacia mí.